domingo, 24 de febrero de 2013

Reflexiones de hospital; Capítulo 2; Somos Euros





Reflexiones de hospital, Capítulo 2; Somos Euros



Rostros borrados, voces calladas, personas ignoradas en pos de su propia salud;
euros por comida,
euros por televisión,
euros, euros,
euros por sonrisas,
por alimento por amor.
Cambiar tiempo de vida por céntimos de vida,
cambiar besos por libras esterlinas,
cariño por dólares y sexo por yenes...
Los sentimientos encapsulados en recetas,
servicios,
presentes
y bienes;
Hipotecas como cánceres;
Sida como crédito;
Neumonía capitalista en la que,
los primeros en quejarnos somos,
los primeros que caímos.
Grito por el bien, el amor y la justicia, pero un buen puñado de euros me calma,
como la morfina en la soledad de una habitación de hospital; aséptico, insustancial...
Y la voz de una madre que sufre quejidos a plazos por un banco...
No somos libres.
No lo digo como descubrimiento, lo digo porque veo que,
incluso en la muerte, existe el desahucio;
y no solo del alma,
y no solo de vida,
existe el desahucio y,
pronto,
muy pronto,
las últimas palabras de una madre a un hijo no serán: "te quiero"; si no: "lo siento por la hipoteca".
Somos euros gastados,
muy gastados...
Somos euros que se creen personas.

Reflexiones de hospital; Capítulo 1; En un páramo gris








Reflexiones de hospital; Capítulo 1; En un páramo gris
                                             


En un páramo gris poco se encuentra.
Allí donde lo que se acabó llega,
sin saber que su final ha llegado.
Allí donde ni el tiempo pasa;
Donde las lágrimas no brotan,
donde la risa se ahoga,
donde la gente olvida caminar,
y los animales mueren solos.
En un páramo gris;                       
Donde el sufrimiento no existe,
y la felicidad se olvidó.
Donde los lamentos se borraron,
y se enquistaron las palabras.
Donde los labios y los besos
siempre supieron a ceniza.
Donde los arcoíris nacen en escala de grises,
donde el sol y la luna son hermanos.
En un páramo gris,
donde todos,
somos bufones sin gracia,
héroes sin motivo para luchar.
En un páramo gris donde nada acaba
y Nada comienza.
En un páramo gris,
donde se caducan los sueños
y mueren los deseos.
En un páramo gris,
donde únicamente habita la soledad,
allí en un páramo gris,
donde todo espera.

miércoles, 20 de febrero de 2013

A un par de cervezas





A un par de cervezas


A un par de cervezas uno comienza,
buscando encontrar sonrisas.
Uno,
encuentra medidas de tiempo y espacio.
Uno,
encuentra,
muros construidos en espuma.

A dos cervezas es,
como a dos calles,
o como encontrarse en otra ciudad.

A un par de cervezas es,
mañana,
pasado,
o en otro momento.

A dos cervezas se encuentran mundos,
cuando los mundos
son horas,
minutos
y kilómetros.

A un par de cervezas nos encontraremos...
A dos,
nos encontraremos los dos,
Dentro de un tubo,
o dentro de dos,
nos encontraremos o no.

Nakamas







Nakamas


Hermanos, amigos.
De pequeños ya luchábamos,
otras batallas,
otros combates,
más leves,
más...
alegres.
Pero siempre hemos batallado,
hemos sido 300 en las Termópilas,
William Wallace gritando "Libertad",
nos hemos caído y herido juntos,
nos hemos insultado,
sangrado,
y reído juntos,
en luchas,
en festejos.
Amigos, hermanos.
Hemos estado a las duras,
y a las maduras,
a las solas
y a las piñas.
Nos recuerdo,
como Anakin y Obi-Wan,
gritándonos con odio,
para mirarnos,
al rato,
con remordimientos,
con ganas de volver atrás en el tiempo,
como Marty McFly.
Hemos sido héroes,
grandes como Hulk,
poderosos como Superman.
Más de una vez,
alguno de vosotros,
ha sido el Vegeta en mis batallas,
o el Goku en mis errores.
Más de dos veces,
habéis sido el Paladín,
de mi grupo;
o el Ladrón,
o el Bardo,
o el Mago...
Y casi siempre me permitisteis ser el Guerrero.
Como Tetsuo y Kaneda,
luchando contra el avance de Akira.
Como Luffy y sus nakamas,
peleando en mil aventuras.
Habéis desaparecido como Cloud,
para volver como Sephiroth...
o como Aeris.
Lobos, amigos.
Habéis trepado los Acantilados de la Locura,
para ayudarme a enfrentarme a Iñigo Montoya.
Recorrimos juntos el Pantano de la Tristeza,
y vimos morir a Artax.
Aún somos Kiwis que quieren ser Limones,
y todos hemos estado en Tyr.
No es extraña la Tierra Media si,
a tu lado,
camina tu propia Comunidad del Anillo.
Amigos, Lobos.
Corrimos una y mil veces con nuestra manada,
guiados por Mononoke.
Aún gritamos "Siempre arriba",
como si nos fuese la vida en ello.
Y siempre, siempre,
seremos Saiyajins.
Cada uno de nosotros,
es un Caballero del Zodíaco,
o de su barrio,
o de su casa,
pero un caballero.
Cada uno de nosotros,
es un Pirata Garrapata,
o un Fray Perico,
y su borrico,
sobre todo su borrico.
Y un Platero,
y un Quijote.
Todos somos Sanchos,
cuando vamos con hermanos,
y Rantamplanes y Pinkys,
y Cerebros.
Lobos, hermanos, amigos.
No caeremos,
no solos.
Como no cayó la Ciudad Esmeralda,
ni la Torre de Marfil,
ni la Ciudad Blanca.
No lo haremos no,
porque detrás de cada caída,
existirá un lobo,
que nos tienda la mano como hermano,
un hermano que evite nuestra caída...
Como un Guerrero,
como un héroe,
como un amigo.

martes, 5 de febrero de 2013

Sirenas





Sirenas


Yo no navego para alcanzar puerto,
ni para surcar mares.
Me es indiferente que viento me meza,
o que bandera enarbole.
No me importa que las leyendas,
no existan,
ni que sea una locura volar sobre las olas,
sin rumbo.
Yo,
solo navego,
para poder seguir soñando
con sirenas.